Es un tipo de comunicación visual que complementa dos vertientes, la estética y la funcional. Su diseño ha de ser llamativo y atractivo pero igualmente su mensaje debe ser fácilmente comprensible para el público en general. En otras palabras, tiene que ser a la vez emocionante e informativo. Su objetivo es ayudar a los individuos a reconocer, identificar y orientarse en un entorno dado.